Una persona no es su potencial, lo que es capaz de hacer o sus habilidades. Una persona es lo que hace repetida y constantemente. Los hábitos de hoy construyen tu persona del mañana.
El ejemplo más burdo para comprender mejor el punto anterior. Cepillarse los dientes. El hábito correcto es cepillarse los dientes todos los días 3 veces al día, ¿estamos de acuerdo? Entonces, si conocemos una persona que recién nos sonríe, se le nota que tiene dentadura descuidada con un sarro que con una mala cepillada se quita, PERO, esta persona nos jura que se cepilla los dientes… ¿Qué hacemos? ¿le creemos? CLARO QUE NO. Ahora. Nos confiesa que se cepilla una vez cada dos domingos. ¿Tiene el hábito? Sí. ¿Lo suficiente para cumplir el objetivo de una higiene suficiente? No.
Señores, hemos llegado al punto. Un hábito sirve de muy poco, si no es que nada, si no lo repetimos lo suficientemente seguido. No somos una persona que se auto educa si lo hace una vez por año. No somos una persona que escribe si solo lo hacemos un día de cada invierno.
Y sí, hay características que no se necesitan hacer diario o con tanta frecuencia para que te describan. Tanto positivos como negativos. Para considerarse un empresario exitoso puedes ser como Coronel Sanders (fundador de KFC) puedes crear solamente una empresa que posea un flujo de efectivo bastante cómodo y con eso habrá cumplido, aunque lo hizo a sus 62 años y antes de ello habían sido solamente fracasos.
Los hábitos hacen a la persona. Los hábitos crean quien eres. ¿Quieres redefinirte? Ubica que hábitos debes adoptar y aplicarllos con suficiente concurrencia, energía y visión. Hay hábitos que fuera de hacernos productivos, solo nos ocupan. Lo importante aquí es que sea algo que realmente sume para tus objetivos.
Futuro título sobre hábitos “No generes un hábito solo porque es bueno”. ¿Qué hábitos son los que más te ha costado adoptar? Compártenos en los comentarios. En futuros blogs hablaremos de diferentes tipos, como crearlos y como mantenerlos.